Tiempo

El tiempo es un aspecto del folklore muy desvinculado de la actual vida moderna, que puede modificarlo en el microcosmos de la casa tecnológica a golpe de calefacción, de electricidad y aire acondicionado. Pero el tiempo, antiguamente, era determinante para la supervivencia de la comunidad y hoy, excepto en momentos muy concretos en los que se revela con mucha fuerza su presencia, como grandes sequías o inundaciones, se ha convertido en una curiosidad que afecta al turismo y que sólo importa a las personas que aún viven de la tierra, como pastores y campesinos.  

A pesar de ello, los fenómenos meteorológicos como la lluvia, las tormentas, nieblas, granizos o sequías, no sólo forman parte de la imaginación popular en cuentos, dichos y tradiciones, también se han personalizado con nombres y caracteres propios o se los ha asociado con otros personajes como brujas, genios del aire o demonios. Pocas cosas eran tan importantes para aquellas sociedades agrarias y tradicionales, arraigadas a unos espacios muy localizados de una región, como el tiempo. Y esto, por supuesto, se refleja en el folklore, las costumbres y las canciones de transmisión oral.