Masias

La masía es el corazón del campo catalán, con viejas casas solariegas como castillos habitados por cabezas de familia que son auténticos señores de su mundo. Sede de estirpes que se remontan siglos atrás, entorno a las cuales se organiza un colectivo más extenso dominado con mano firme por amos y dueñas. También encontramos aparcerías, en las que familias más humildes legan sus vivencias al patrimonio de la tradición oral. Y casas campesinas pobres a menudo objeto de canciones y relatos, de anécdotas reales que son convertidas en leyenda a fuerza de pasar de boca en boca. 

Lugar de organización y división en propiedad patrimonial del territorio, no se puede entender el mundo rural catalán y todo su folklore sin las masías y los espíritus domésticos que las animan, entre los cuales destaca un personaje principal de las creencias populares europeas: el duende. Cada una de las piezas de este microcosmos casi feudal contiene historias y secretos, como sus personajes arquetípicos, sus formas de construcción legadas generación tras generación o los objetos y espacios que lo conforman. Para la deshumanizada sociedad urbana e hipertecnológica de hoy todos ellos son muy desconocidos, casi mitológicos, como la era, el hogar, el pajar o la pila donde lavar la ropa con cenizas.