Serpientes

Los dragones y las serpientes gozan de un papel tan destacado en el imaginario popular, tanto en la tradición oral como en la literaria, influenciada por la primera, que resulta imposible presentarlos en un único párrafo. Sus connotaciones no son siempre malévolas, pero a menudo son peligrosas.  

Son guardianes del oro secreto y los espacios sagrados, con la mirada fija y vertical que nunca cierra los párpados; son el gusano que roe día tras día las raíces del mundo, el tifón que devasta el pueblo con amplias alas y garras afiladas, el maestro setiano que tienta, hipnotiza y subyuga sin que te des cuenta, el oráculo que revela los secretos ocultos de los dioses; se han cantado como representación irresistible del destino que va a buscar al guerrero germánico, como representación ancestral de las aguas de las que todo emerge y a las que todo retorna, y como la doncella bestial que persigue la joya robada mediante engaños. También son el espíritu protector del linaje que surge del mar, como en el fascinante cuento mágico recopilado por Maspons.

¿Qué más podemos decir de ellos? La serpiente, el dragón, el tifón, el irresistible rio telúrico, es uno de nuestros personajes preferidos del folklore tradicional, catalán y universal. Por este motivo le hemos dedicado una categoría propia separada de las bestias, de los muertos, de los demonios o de las hadas, categorías con las que comparte gran parte del camino.